Para prevenir cualquier enfermedad es necesario conocer las causas que la producen o favorecen. Las mayores posibilidades de curación se alcanzan con el diagnostico precoz.
El cáncer de cuello uterino es considerada como una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS). provocada por el contagio de un Virus del Papiloma Humano (VPH). Existen más de 120 tipos de VPH, que se dividen en dos grupos; los de Alto Riego que se relacionan con el cáncer, principalmente el 16 y el 18, y los de Bajo riesgo relacionados con las verrugas genitales.
Existe una mínima posibilidad de contagio del VPH a través del contacto con los llamados fomites: objetos inertes, sin vida, o sustancias que si están contaminados por cualquier bacteria o virus, los pueden transmitir de una persona a otra.
En la actualidad, la mayoría de los/as jóvenes han estado en contacto con el VPH.
Afortunadamente, si no existen reinfecciones, se tienen buenas defensas y se corrigen los factores de adquisición y persistencia, los 2 años del contagio, espontáneamente, la infección desaparece en el 91% de los casos.
Cuando a una mujer le decimos que es portadora del VPH, inmediatamente lo relaciona con la posibilidad de padecer un cáncer de cuello uterino y se produce una dramática situación personal y familiar. No debería de ser así. Como se ve en la siguiente diapositiva, después del contagio por el HPV, las posibilidades de acabar padeciendo un cáncer son muy escasas y la enfermedad progresa lentamente, lo que permite un diagnostico precoz y un adecuado y efectivo tratamiento.
Existen unos factores o circunstancias que favorecen el contacto o la adquisición del HPV, de que este permanezca en el organismo y de que la enfermedad progrese o desaparezca. Los expongo a continuación.
Durante la adolescencia, las mujeres tienen menos defensas frente a las Infecciones de Transmisión Sexual y las paredes vaginales son más sensibles a las mismas. Esto favorece el que cuanto más precózmente se inicien las relaciones sexuales, más riesgo de contagio de ITS.
Como resulta lógico, cuantos más compañeros sexuales se tengan o estos estén contagiados, más riesgo de adquirir la infección.
El parto en edad precoz y la multiparidad aumentan el riesgo. Actualmente estos factores no son frecuentes. Por el contrario, el tabaquismo en las mujeres ha aumentado y con ello el riesgo de adquisición y permanencia del virus, así como de la progresión de la enfermedad.
Nuestras jóvenes, al iniciar precózmente las relaciones sexuales, recurren pronto a la Anticoncepción Hormonal. Por otro lado, retrasan mucho el embarazo, motivo por el cual, el periodo en el que utilizan esta Anticoncepción es muy prolongado. No es recomendable tomar Anticoncepción hormonal durante más de 10 años, durante la juventud.
Uno de los lugares donde puede permanecer el VPH es en la secreción que se acumula en el surco balanoprepucial en el varón. La práctica de la circuncisión disminuye el riesgo de esta permanencia.
La utilización, siempre y durante todo el acto sexual, del preservativo, es el método anticonceptivo y preventivo de las ITS más recomendado. No obstante debéis de saber que no es efectivo al 100%. Puede fallar en un 40% de los casos.
Evitar los factores de riesgo de contagio del VPH, de su permanencia en el organismo y de la progresión de la enfermedad, junto con una buen dieta mediterránea, disminuyen el riesgo de padecer un cáncer de cuello uterino.
Siendo todo esto muy importante, lo es más la Vacunación frente al HPV que trataremos próximamente.
Dr. Francisco Valdivieso.