CICLO MENSTRUAL. Fase Folicular- Proliferativa. (2ª parte).
Una vez que, alrededor del día 7-8 del ciclo, ha quedado establecido el folículo dominante, este continua su crecimiento y maduración constante y progresiva. En su interior contiene al ovocito, el cual también va madurando mediante un proceso que se llama Ovogénesis. El ovocito tiene un tamaño muy pequeño y no es visible, ecográficamente, en el interior de este folículo.
Del día 8 al 13-14 del ciclo, el folículo pasa de tener unos 10 mm a alcanzar los 18-20 mm.
El endometrio también continua aumentando su espesor a un ritmo aproximado de 1 mm por día y pasa de unos 6 a 9-12 mm. En el se van identificando tres líneas- por eso también se le denomina como trilaminar. Las dos líneas externas corresponden a la unión del endometrio con el miometrio y la central al punto de contacto de las dos paredes endometriales. En esta fase se le denomina endometrio proliferativo medio.
En este momento ya faltan pocos días para que se produzca la ovulación. El folículo continuará creciendo y madurando. El endometrio seguirá engrosándose-y proliferando.
Se denomina folicular porque durante ella se produce el desarrollo y maduración del folículo en cuyo interior se encuentra el óvulo. Este proceso de desarrollo y maduración, al que llamamos foliculogénesis, lo empiezan alrededor de 20 folículos; pero pronto, solo uno de ellos lo continua, mientras que los demás degeneran, se atrésian y desaparecen.
Es el momento de explicar que: cuando nace, una niña, tiene en sus ovarios alrededor de un millón de folículos, que llamamos primordiales. A lo largo de la infancia va perdiendo muchos, de tal manera que en la pubertad solo le quedan unos 300,000. Si en cada ciclo se utilizara solo un folículo, la mujer estaría teniendo menstruaciones toda la vida. Sin embargo, solo tiene alrededor de 300 a 500. Esto se justifica por la perdida continua y espontanea de la mayoría de folículos primordiales con los que nace.
Ecográficamente podemos identificar al folículo ganador y al que llamaremos dominante cuando alcance un tamaño aproximado de 10 mm.
También se le llama proliferativa debido a que durante ella se produce la proliferación y crecimiento del endometrio. Al cual y en función de su grosor lo podemos considerar como inicial, medio o avanzado.
Del día 5 al 8 del ciclo el folículo pasa de unos 5 a 10 mm y el endometrio inicial de 3 a 6 mm.
Del día 9 al 11 del ciclo el folículo aumenta de los 10 a 15 mm y el endometrio de 6 a 9 mm.
Del día 12 al 14 del ciclo el folículo pasa de 15 a 20 mm y el endometrio de 9 a 12 mm.
Estas medidas son orientativas, aproximadas. Pueden variar, mínimamente, de unas mujeres a otras y de un ciclo a otro en la misma mujer.
Menstruación: Consiste en el desprendimiento y expulsión del endometrio que ha proliferado y transformado durante el ciclo anterior. Cuando se ha desprendido y expulsado toda la capa funcional del endometrio se acaba la menstruación. Esta suele durar de 2 a 7 días (normalmente entre 4-5) y supone una escasa pérdida de sangre que el organismo recupera, fácilmente, cada ciclo. En ocasiones, puede durar 7 días o más y ser muy abundante. Todo depende de la cantidad de endometrio que se expulse, de la capacidad del útero de taponar los vasos sanguíneos que quedan abiertos al desprenderse este y de la existencia de algunas patologías. En estos casos puede aparecer anemia y ser necesaria la administración de hierro.
El endometrio se compone de dos capas: Basal y funcional. La capa basal es donde están las células madre endometriales que permitirán el crecimiento cíclico de la capa funcional. Esta es la que se desprende durante la menstruación y vuelve a proliferar durante el ciclo siguiente.
Finalizada la menstruación, la cavidad uterina queda vacía, limpia. Solo permanece la capa basal endometrial. Ecográficamente, esta capa basal aparece como una fina franja blanca, de 2 a 4 mm de espesor, que recorre toda la cavidad uterina.
Hasta este momento, ecográficamente, no se observan cambios en los ovarios. Todos los folículos se mantienen con un tamaño similar. Generalmente entre 2 y 7 mm.
A partir de ahora, tanto en la capa funcional del endometrio como en los ovarios, se producirán una serie de cambios que podrán ser visibilizados y valorados ecográficamente, y que os iré presentando en los siguientes artículos.
El ciclo menstrual es un periodo de tiempo en el que, en la mujer, se producen, de forma natural y periódicamente, una serie de cambios en sus ovarios y en el útero, acompañados de otros físicos y psíquicos, secundarios a las fluctuaciones de sus niveles hormonales.
Los ciclos menstruales empiezan con la menarquia (primera menstruación) y acaban con la menopausia (última menstruación). Generalmente, el ciclo menstrual dura unos 28 días, aunque se aceptan como normales de 21 a 35 días. El ciclo menstrual se compone de 4 fases: Menstruación, fase folicular o proliferativa, ovulación y fase luteínica o secretora.
El primer día del ciclo es en el que empieza la menstruación y el último el anterior al inicio de la siguiente. La menstruación suele durar entre 2 y 7 días. Durante el ciclo se producen una serie de cambios en los ovarios y en el endometrio, que iremos viendo en las próximas semanas.
Ecográficamente, los ovarios, situados uno a cada lado del útero, aparecen como unas estructuras ovaladas de unos 40/30/20 mm, sólidas, con pequeños huecos o quistecillos que se llaman folículos. Estos son los que cambian a lo largo del ciclo, los que segregan los estrógenos y progesterona (hormonas femeninas) y donde se forma el óvulo que, posteriormente, será fecundado por un espermatozoide y se iniciará el embarazo.
En los primeros días del ciclo, durante la menstruación, los ovarios, cuya actividad y producción hormonal es continua, parecen estar en reposo, no se visualiza ningún folículo mayor que otro. Los niveles hormonales son bajos.
El endometrio es la capa mucosa que recubre la cara interna de la cavidad uterina. Su misión es recibir, acoger y nutrir al ovulo fecundado. Es como si fuese la capa superficial de tierra donde se depositan, germinan y se desarrollan las semillas. Ecográficamente, aparece como una banda blanquecina que, como los ovarios, sufre una serie de cambios a lo largo del ciclo menstrual, que os iré mostrando.
Si no se produce el embarazo y los niveles hormonales bajan, el endometrio se va desprendiendo y se inicia la menstruación. En este momento, ecográficamente, adquiere un aspecto irregular en su densidad, morfología y distribución.
El hierro es un micronutriente necesario para la producción de la hemoglobina; una proteína que, incorporada en los eritrocitos (glóbulos rojos) es la encargada de transportar el oxígeno a todo el organismo. También se necesita para la producción de la mioglobina que almacena el oxígeno en los músculos. Participa en la síntesis del ADN y del colágeno, y colabora en la defensa frente algunas enfermedades.
El hierro en la alimentación.
La principal fuente de hierro es la nutrición. Las carnes de vacuno, de aves (pollo y pavo) y el pescado aportan el hierro en forma de sulfato, cuya absorción intestinal es de un 20-30% y no está condicionada por la presencia de otros componentes alimenticios. El hierro, en forma férrica, está presente en las legumbres (lentejas, garbanzos, habas, judías y soja) verduras (espinacas y acelgas), cereales, la leche y el huevo. Su absorción intestinal es de solo el 5% y puede verse dificultada o favorecida por otros alimentos. La naranja, kiwi, pomelo, manzana, tomate y uva la favorecen mientras que la leche, yogurt, cereales integrales, legumbres, te, café o mate la dificultan. Con estos conocimientos se puede estructurar una adecuada dieta para la mujer embarazada.
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Fuera del embarazo, una correcta alimentación resulta suficiente para que cualquier persona reciba la cantidad de hierro necesaria y mantenga unas reservas adecuadas. A la mujer, como consecuencia de la pérdida de sangre durante las menstruaciones, le puede resultar más difícil mantener estos niveles. De hecho, muchas mujeres empiezan el embarazo con cifras de hemoglobina dentro de la normalidad; pero cerca de los niveles inferiores (12-13-gr), y sobre todo con las reservas, valoradas con la determinación de la ferritina sérica, bajas.
Necesidades de hierro en el embarazo.
Durante el embarazo aumentan las necesidades de hierro. Este, es utilizado en el desarrollo del feto y de la placenta, así como en la expansión de la masa eritrocitaria materna. Habitualmente, estas necesidades no pueden ser cubiertas por la alimentación, por lo que el organismo empieza a utilizar sus reservas. El problema es que: solo el 20% de las mujeres, cuando empieza el embarazo, disponen de unas reservas de hierro suficientes para cubrir las demandas que se van a producir. El 40% tienen unas reservas muy justas, y otro 40 % apenas tienen reservas.
Por regla general, se considera que existe anemia cuando las cifras de hemoglobina son inferiores a 12 gr. Como durante el embarazo se produce un aumento del volumen plasmático y consecuentemente una hemodilución, se aceptan, como normales, cifras inferiores de eritrocitos y de hemoglobina.
Cuando el aporte de hierro es insuficiente para cubrir las demandas y se agotan las reservas, aparece la anemia.
Estos criterios, que si bien son ciertos desde el punto de vista teórico, en la práctica, no deberían de ser tenidos muy en cuenta. Toda mujer embarazada que en su analítica del primer trimestre presente una hemoglobina inferior a 13 gr debe de ser considerada como en riesgo de presentar una falta de hierro durante o después del 2º trimestre. En estos casos, resultaría oportuno determinar los niveles de ferritina para conocer sus reservas. Como esto no se suele realizar, deberíamos plantearnos la posibilidad de repetir el hemograma antes de la 24-28 semana (cuando está protocolizado) o suministrar un aporte extra de hierro a partir de la 20 semana.
Si bien las repercusiones nocivas que la anemia materna pueden tener sobre el curso del embarazo y del desarrollo fetal aparecen con cifras de hemoglobina inferiores a 10. 5 gr, no podemos dejar que se alcancen estos niveles. Además, la práctica enseña que cualquier embarazada con una hemoglobina inferior a 12 gr presenta sintomatología propia de la anemia, tal como: mareos, astenia, cansancio, desgana, dificultad para realizar esfuerzos, caída del cabello, depresión, etc. Está sintomatología mejora con el aporte de hierro. Lo que demuestra su necesidad y el beneficio de su aporte.
Cuando, al principio del embarazo, una mujer sana tenga más de 13 gr de hemoglobina, unas buenas reservas y realice una dieta adecuada es posible que no precise un aporte extra de hierro, y no acabe presentando una anemia durante el embarazo. Sobre todo, si toma alguno de los polivitamínicos recomendados.
Prevención de la anemia ferropénica durante el embarazo.
Como resulta lógico, lo primero que debe de realizar la embarazada es una adecuada dieta que incluya los principales alimentos ricos en hierro.
Si en la analítica realizada durante el primer trimestre se encuentra una hemoglobina superior a 13 gr. es posible que, con esta dieta, el pequeño aporte de hierro (alrededor de 25 mg.) que contienen los numerosos fármacos polivitamínicos utilizados durante el embarazo y, si fuese necesario, la utilización de las reservas, se pueda evitar la aparición de la anemia. No obstante, en ocasiones, también en estos casos, puede resultar conveniente o necesario el aporte extra de hierro.
Si la analítica del primer trimestre detecta una hemoglobina inferior a 13 gr. es posible que la dieta, los polivitamínicos y las reservas, no resulten suficientes, y sea necesaria la administración extra de hierro. En estos casos deberíamos determinar la hemoglobina antes de lo protocolizado. Especialmente si la mujer tiene sintomatología.
Si, en cualquier momento del embarazo, los niveles de hemoglobina son de 12 gr. o inferiores, el aporte extra de hierro resulta imprescindible.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda, para la prevención de la anemia ferropénica durante el embarazo, en mujeres sin antecedentes o circunstancias de riesgo de padecer esta anemia, la administración de 30-40 mg de hierro elemental al día durante la segunda mitad de la gestación. Si por cualquier circunstancia existe riesgo, recomienda determinar los niveles de ferritina sérica y administrar la misma dosis si existe ferropenia.
Tratamiento de la anemia ferropénica durante el embarazo.
Si bien se recomienda que el tratamiento se instaure cuando los niveles de hemoglobina sean inferiores a 11 gr. Yo considero que debe de iniciarse cuando estos valores sean inferiores a 12 gr.
Existen tres grandes grupos de preparados comerciales que aportan hierro elemento: Los compuestos ferrosos (Sulfato, Fumarato, Lactato, Gluconato, Ferroglicina, etc.). Los compuestos férricos (Ferrimanitol, ovoalbumina, Succinlcasein, etc.) y los compuestos con hierro para administración intramuscular o intravenosa (Hierro-Carboximaltosa, Polimaltosa, Sacarosa, etc.). Los dos primeros grupos se administran por vía oral y se presentan en forma de comprimidos, capsulas, ampollas bebibles, polvo, etc.
De todos estos preparados, el más eficaz es el sulfato ferroso, a la dosis de 1 comprimido al día; con el que se aportan 80 o 105 mg. de hierro elemental. Tiene el inconveniente de que, en ocasiones, no es bien tolerado y produce alteraciones digestivas: náuseas, vómitos, diarreas, etc. En estos casos, se puede administrar con las comidas o, mejor, administrar cualquiera de los otros preparados que, aunque menos, también son eficaces y mejor tolerados. Para una mejor reabsorción, la mayoría de los preparados, deben de tomarse fuera de las comidas y con un zumo de naranja. Nunca con productos lácteos, te o café. Vuestro médico os recomendará lo mejor en cada caso.
Los preparados para la administración intramuscular o intravenosa suelen estar reservados para las anemias severas relacionadas con las hemorragias durante el parto o cuando no se puede utilizar la vía oral.
VACUNACION FRENTE A LA COVID-19 DURANTE EL EMBARAZO y LA LACTANCIA. (2ª PARTE).
Recordaréis que el día 01-03-2021 publiqué un artículo con este mismo título en el que, entre otras, decía:
“Si ya te has vacunado y deseas quedarte embarazada, puedes buscar el embarazo en el ciclo siguiente después de la vacunación”.
“Si estás embarazada y perteneces a un grupo de riesgo, actualmente te pondrán algún inconveniente para vacunarte; no obstante, se debería de permitir la posibilidad de que la embarazada, voluntariamente y bajo su responsabilidad, pudiera solicitar el ser vacunada”.
“Si te han vacunado sin saber que estabas embarazada y te has enterado después, no te preocupes. Ya se han publicado algunos estudios que no han encontrado ningún problema en estos casos. Todo lo contrario. Pudiera ser que los anticuerpos que produce la madre pasen al embrión; aunque este no adquirirá una inmunidad total”
“Espero que antes de que acabe el periodo previsto para vacunar a toda la población se haya demostrado que la vacuna no está contraindicada durante el embarazo o la lactancia materna”.
“Estoy convencido de que, más pronto que tarde, se publicarán estudios que demostrarán que las embarazadas se pueden y deben de vacunar frente a la COVID-19”.
Afortunadamente, el tiempo me ha dado la razón. Se ha podido demostrar que la vacunación frente a la COVID-19, durante el embarazo y la lactancia, es eficaz y segura. Ello ha permitido, a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y al Ministerio de Sanidad de España, afirmar que:
Las mujeres que recientemente ha sido vacunadas, con una o las dos dosis, pueden buscar el embarazo sin necesidad de esperar. Las que se quedan embarazadas tras la 1ª dosis pueden recibir la 2ª de la misma vacuna.
Todas las embarazadas deben de ser vacunadas cuando por su edad u otras circunstancias les corresponda. En cualquier momento del embarazo.
Las madres transmiten a los bebés sus anticuerpos creados tras la vacunación. A través de la placenta, durante el embarazo y por la leche durante la lactancia. Este es un beneficio más de la vacunación.
Las vacunas recomendadas son las ARNm (la de Pfizer y de Moderna). Estás son las mas estudiadas hasta el momento. Es posible que pasado un tiempo se puedan incluir otras.
familia y salud.es
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha dado un paso hacia adelante y, teniendo en cuenta el mayor riesgo que supone, para la madre y su bebé, el padecimiento de la COVID-19, ha decidido considerar a las embarazadas como un grupo que necesita ser vacunado prioritariamente; antes de que por sus circunstancias le correspondiera. Es posible que pronto sean también consideradas como prioritarias a las madres lactantes.
Esto me permite aconsejar a todas las embarazadas y madres lactantes que, aprovechando la próxima llegada a España de 3 millones de dosis de la vacuna de Pfizer, acudan a sus Centros de Salud y soliciten el ser vacunadas; aunque aún no les corresponda.
La Maternidad Tardía, también llamada “retrasada” o en “edad avanzada” es aquella que se produce cuando la mujer es madre a los 35 años o más.
Cuando la mujer tiene su primer parto a los 35 años o más tarde, es considera como un “Primípara añosa”. Este no debe de ser interpretado como un término despectivo. Simplemente refleja que la mujer ha tenido su primer parto a una edad avanzada.
ESTADISTICAS.
En España, en 1975, la edad media de la mujer durante su primer parto era de 25 años. En 1999 de 29 y en el 2020 de 32. Actualmente, en Andalucía, es de 31.
España tiene un 40 % de mujeres primíparas mayores de 35 años Es la nación europea con el mayor porcentaje. En el resto del continente este porcentaje es de un 21 %.
El 10% de los partos que se producen en España, lo son mujeres mayores de 40 años.
procrear.com.pe
MOTIVOS POR LOS QUE SE ESTÁ RETRASANDO LA MATERNIDAD.
Circunstancias laborales y económicas. Paro, inestabilidad en el trabajo, miedo a perder el empleo, horarios incompatibles con la conciliación familiar, trabajo en un lugar alejado del domicilio habitual y la falta de solvencia económica que, frecuentemente, acompaña a estas situaciones, hacen que las mujeres no puedan asumir la responsabilidad de ser madres y atrasen la maternidad hasta que cambien y mejoren estas circunstancias.
Carencia de ayudas económicasa la maternidad. La crianza y educación de un hijosupone un gasto económico que muchas parejas no pueden afrontar ni sumar a los que ya tienen por la compra de un piso, un coche u otras necesidades que anteponen a la maternidad.
La prolongación del periodo de formación. Frecuentemente, después de acabar la carrera, se necesita cumplimentarla con una especialidad, un master u oposiciones. Esto retrasa la finalización completa de los estudios y la incorporación al mercado laboral.
Inestabilidad en la pareja. En ocasiones, mientras se está postergando la maternidad y la creación de una unidad familiar, las parejas, que ya llevan mucho tiempo establecidas e incluso conviviendo, se separan. La mujer tarda bastante tiempo en encontrar otra pareja con la que iniciar un nuevo proyecto de vida.
Falsa creencia de que con 35 años aún se es joven para tener hijos. Sorprende el oír a mujeres, con esta edad, que consideran el que aún les queda mucho tiempo para ser madres. No son conscientes de que no es así. La mejor edad para ser madre es la comprendida entre los 20 y 30 años. Siendo el “la edad de oro” los 25 años.
Deseo de prolongar una vida más cómoda, sin la responsabilidad de cuidar de un hijo. A veces, no existen ninguno de los condicionamientos expuestos anteriormente. La mujer o la pareja, simplemente, no desean cambiar la forma de vida.
INCONVENIENTES DE UNA MATERNIDAD TARDÍA.
Disminución de la fertilidad.
A partir de los 30 años la fertilidad de la mujer va disminuyendo. Después de los 35 este descenso es más brusco, y aún más después de los 40.
A partir de los 40 años, en los hombres, también baja el número, la movilidad y la calidad de los espermatozoides, lo que disminuye su fertilidad.
La edad biológica no entiende de situaciones laborales o económicas, de estabilidad en la pareja, de piso o de tener una vida más cómoda.
Más complicaciones en el embarazo y el parto.
Aumentan las posibilidades de enfermedades tales como: Hipertensión, diabetes o anemia.
Mayor tasa de abortos espontáneos. Entre los 35 y 40 años las posibilidades de un aborto espontaneo son de un 25 %. De los 40 a 44 años aumentan a un 50 %. A partir de los 44 años pueden alcanzar el 90 %.
Aumenta el riesgo de parto prematuro y recién nacidos de bajo peso.
Se producen más partos operatorios. Principalmente cesáreas.
Mayor riesgo de anomalías cromosómicas en el feto.
Con el paso de los años también se va perdiendo la calidad de los óvulos, lo que favorece la aparición de anomalías cromosómicas en los bebes. Principalmente el Síndrome de Down. Actualmente se puede realizar, precozmente, el diagnostico de estas anomalías; pero no se evita el drama de tener que optar, o no, por una Interrupción Voluntaria de Embarazo (IVE) de un embarazo muy esperado y deseado.
Limitación en el número de hijos.
Cuanto más tarde se tiene el primer hijo menos tiempo queda para tener el segundo o el tercero.
La maternidad tardía es una de las causas del descenso de la natalidad. En las últimas décadas, la natalidad, en España, ha decaído un 30%. Durante el año 1975 cada mujer tenía una media de 2,5 hijos. En el 2019 esta media fue de 1,31. En Europa, solo Malta tiene una media algo inferior.
Cuanto mayor es el nivel de estudios, menor es el número de hijos que tiene la mujer. En Andalucía, las mujeres con estudios básicos suelen tener una media de 1,5 hijos, las de estudios medios 1 y las de estudios superiores 0,95.
El descenso de la natalidad está provocando un envejecimiento de la población y una falta de jóvenes trabajadores, lo que aumenta la necesidad de la inmigración.
BENEFICIOS DE UNA MATERNIDAD TARDÍA.
Les permite, a la mujer y a su pareja, completar su desarrollo profesional. Esto les favorece el conseguir un mejor puesto de trabajo y alcanzar un nivel socioeconómico más solvente que crean un entorno mucho más óptimo para la crianza y educación de los hijos.
Los padres mayores pueden ser mejores educadores. La mayor experiencia, conocimiento, comprensión, transigencia, afinidad con la pareja, etc. le hacen estar mejor preparados para el cuidado y educación de los hijos.
Psicodex
COMO SE PUEDE MEJORAR LA SITUACION?.
Concienciando a las mujeres de que lo mejor es no retrasar la maternidad más allá de los 34 años. Aunque la maternidad tardía sea una realidad social o un hecho muy habitual no podemos permanecer callados sin alertar de los inconvenientes de la misma.
Favoreciendo la conciliación familiar y laboral. El gobierno y las empresas tienen que aplicar políticas que favorezcan la conciliación familiar y haga compatible la maternidad con el trabajo. Deben de concederse bajas, permisos, excedencias, reducciones de jornadas laborales, etc. que faciliten esta compatibilidad.
Ayudas económicas. Subvenciones de la educación infantil, beneficios fiscales, favorecer el acceso a una vivienda, etc.
Un adecuado control del embarazo y el parto. Así se minimizan las posibles complicaciones que puedan aparecer durante ellos.
España es el país con mayor número de Clínicas especializadas en Reproducción Humana Asistida. El hecho de que en España se esté atrasando la maternidad hace que muchas mujeres o parejas tengan que recurrir a Técnicas de Reproducción Asistida (TRA). Las clínicas españolas son de las mejores del mundo, por lo que se puede acudir a cualquiera de ellas con total confianza.
Congelación de óvulos. (Criopreservación de ovocitos). Cualquier mujer que prevea ser madre después de los 35 años debería de valorar la posibilidad de realizarse una congelación de óvulos, antes de los 35 años, conservarlos y hacer uso de ellos, antes de los 50 años, si fuese necesario.
Las únicas vacunas que están contraindicadas durante el embarazo son las que han sido realizadas con virus vivos atenuados. Estas son: La triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) varicela-zoster, fiebre amarilla y fiebre tifoidea oral. Por el contrario, algunas vacunas como la de la gripe, el tétanos o la tosferina están especialmente recomendadas. Durante la lactancia materna solo está contraindicada la de la fiebre amarilla.
Ninguna de las tres vacunas que actualmente se están utilizando en España frente a la COVID-19, la de Pfizer, Moderna y AstraZeneca ni las que están pendientes de aprobación o aún en estudio, están realizadas con virus vivos atenuados, por lo que se podrá concluir que no deben de estar contraindicadas durante el embarazo o la lactancia materna.
Todas las vacunas han sido probadas en animales de experimentación y ninguna ha provocado efectos adversos en la madre, en el embrión-feto o en el curso del embarazo o la lactancia; no obstante, como no hay la suficiente experiencia en mujeres embarazadas o lactantes, las empresas farmacéuticas, si bien no las contraindican, tampoco las recomiendan; dejando a criterio de las autoridades sanitarias y de la mujer, la decisión de ser vacunada o no.
En la actualidad, el Ministerio de Sanidad y la mayoría de las Comunidades Autónomas solo aceptan la vacunación en la embarazada que tenga un alto riesgo de contagio (sanitaria, actividad laboral frente a un numeroso público, docente, etc.) o padezca alguna grave enfermedad, hipertensión, diabetes, obesidad, etc. que pudiera agravar la evolución de la COVID-19.
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Con estas premisas considero que puedo realizaros las siguientes recomendaciones:
Si tienes menos de 30 años, deseas quedarte embarazada y estás pendiente de ser vacunada; si no tienes prisa, puedes buscar el embarazo después de vacunarte. Es una medida que no te resultará traumática y que te permitirá vivir el embarazo con tranquilidad.
Si tienes más de 30-35 años, deseas quedarte embarazada lo más pronto posible y la vacuna la tienes prevista para más tarde, podrías buscar el embarazo antes de vacunarte. Estoy convencido de que más pronto que tarde se publicarán estudios que demostrarán que las embarazadas se pueden y deben de vacunar frente a la COVID-19.
Si estás pendiente de someterte a una Técnica de Reproducción Asistida, tu Ginecólogo, teniendo en cuenta tus circunstancias, te aconsejará adecuadamente. Si vas a ser vacunada inmediatamente deberías de posponer el tratamiento; pero si, por pertenecer a un grupo de bajo riesgo, tu vacunación está prevista para el final, yo no te recomiendo esperar.
Si te han vacunado sin saber que estabas embarazada y te has enterado después, no te preocupes. Ya se han publicado algunos estudios que no han encontrado ningún problema en estos casos. Todo lo contrario. Pudiera ser que los anticuerpos que produce la madre pasen al embrión; aunque este no adquirirá una inmunidad total. Se recomienda qué si solo se ha recibido la 1ª dosis, la 2ª se posponga hasta después del parto. Creo que pronto nos dirán que esta 2ª dosis se podrá poner durante el embarazo. En ningún caso te debes de plantear la interrupción del embarazo.
Si estás embarazada y perteneces a un grupo de riesgo, actualmente te pondrán algún inconveniente para vacunarte; no obstante, se debería de permitir la posibilidad de que la embarazada, voluntariamente y bajo su responsabilidad, pudiera solicitar el ser vacunada.
Si acabas de tener un aborto, aprovecha los dos meses siguientes para vacunarte y poder buscar pronto un nuevo embarazo.
Si ya te has vacunado y deseas quedarte embarazada, puedes buscar el embarazo en el ciclo siguiente después de la vacunación.
Siempre es aconsejable el instaurar la lactancia materna. Por el hecho de estar pendiente de ser vacunada no debe de renunciarse a la misma.
Si estás lactando y te llaman para ser vacunada no suspendas la lactancia. Lo mismo que sucede durante el embarazo, el Ministerio de Sanidad y la mayoría de las Comunidades Autónomas aceptan la vacunación durante la lactancia materna en los casos de riesgo elevado de contagiarse o de estar expuesta a una grave evolución de la enfermedad. Es más, Los anticuerpos que produce la madre pasan al bebé a través de la leche y favorecen su inmunidad. Yo te recomiendo que te vacunes; aunque si tienes previsto suspender pronto la lactancia puedes esperar.
Espero que antes de que acabe el periodo previsto para vacunar a toda la población se haya demostrado que la vacuna no está contraindicada durante el embarazo o la lactancia materna.
Después de que ya haya pasado una semana desde que me pusieron la 2ª dosis de la vacuna de Pfizer frente a la COVID-19, estoy un poco más tranquilo y con la esperanza de poder evitar el padecimiento de esta enfermedad. Este hecho, no me hará estar más relajado o ser un imprudente e irresponsable que abandona todas las medidas preventivas que ya conocemos: Lavado de manos, desinfección de las mismas, distancia social, uso de la mascarilla adecuada en cada momento o lugar, evitar los espacios cerrados (sobre todo si carecen de purificadores de aire con filtro EPA o no están ventilados) cumplir con las normas establecidas por las autoridades, etc. etc.
Soy consciente de que puedo ser uno de ese 5% de vacunados que no adquieren inmunidad. Aunque parezca una cifra muy baja, os imagináis el riesgo que supondrá el que en una población en la que se hallan vacunado unas 20.000 personas, 1.000 de ellas anden por las calles pensando, erróneamente, que están protegidas y que no se pueden contagiar ni ser contagiosos. Por eso me realizaré un test de anticuerpos para ver si he adquirido esta inmunidad. Test que debería de realizarnos el gobierno.
Desconozco cuanto tiempo me durará la inmunidad y si esta es útil para las nuevas cepas de coronavirus que están apareciendo (Reino Unido, Brasil, Sudáfrica, Estados Unidos) y las que aparecerán. Es posible que la inmunidad adquirida con la vacunación sea mayor que la conseguida con el padecimiento de la enfermedad. No obstante, en este momento, no puedo tener una seguridad total y continuo sintiéndome vulnerable.
Tengo muy presente qué, aunque las posibilidades de padecer la enfermedad han disminuido, no lo ha hecho tanto el riesgo de volver a contagiarme y convertirme en un peligroso contagiador. Parece ser que en los que han padecido la enfermedad este riesgo es mínimo; pero ¿sucede lo mismo con los vacunados?. Por ahora debemos de contestar que no lo sabemos.
Incluso cuando la mayoría de la población esté vacunada o haya padecido la enfermedad, durante bastante tiempo deberemos de estar manteniendo las medidas preventivas conocidas. La prudencia, la responsabilidad, el respeto y la solidaridad deben de continuar presentes mientras persista esta pandemia.
He acudido a vacunarme sin miedo a los posibles efectos secundarios. No he tenido ninguno.
Hace unos días asistí a la conferencia (online) impartida por D. José Luís Jiménez, profesor de química en la Universidad de Colorado Boulder, el cual, junto con un gran número de científicos, está defendiendo la teoría de que el coronavirus (SARS- CoV-2) causante de la COVID-19, se transmite, principalmente, por vía aérea, a través de unas partículas muy pequeñas llamadas aerosoles.
Al hablar, toser, estornudar, respirar, etc, expulsamos, por la boca y la nariz, unas pequeñas partículas de saliva o moco a las que se les conoce como “gotitas de Flügge”; por ser descubiertas por este bacteriólogo alemán en 1890. Estas gotitas pueden transportar bacterias o virus y ser las causantes de la transmisión de muchas enfermedades. Su tamaño oscila entre las 0,5 y las 100 micras y según este, pueden permanecer más o menos tiempo flotando en el aire. Las partículas de entre 10 y 100 micras (macrogotículas) por su mayor tamaño y peso tardan solo unos segundos o pocos minutos en caer al suelo y no alcanzan una distancia superior a los 2 metros. Por el contrario, las gotitas de tamaño inferior a las 5 micras (micorgotículas) pueden permanecer en el aire 30 minutos o incluso indefinidamente y ser impulsadas a más de 2 metros de distancia.
Aunque todas las gotículas pueden ser consideradas como aerosoles, este nombre se suele reservar para las microgotículas.
20minutos.es
Al principio, se nos informó que el coronavirus solo se transportaba en las macrogotículas, que por su peso caían pronto al suelo, sin llegar más allá de 1,5 o 2 metros. De aquí la importancia de mantener esta distancia entre personas. Hasta ahora, se ha considerado que este era el principal mecanismo de transmisión y contagio
Desde hace varios meses un grupo de científicos está difundiendo la teoría de que la transmisión del coronavirus se realiza más por las microgotículas (aerosoles) que por las macrogotículas. Esta teoría, aún no aceptada plenamente por la OMS, es de suma importancia, ya que obliga a revisar, y en algunos casos modificar, las medidas de prevención que habitualmente utilizamos.
La voz de Galicia.
No cabe duda de que las macrogotículas son portadoras del coronavirus y que a través de ellas también se produce la transmisión y el contagio. De aquí que continúe siendo imprescindible el mantener la distancia de seguridad de unos 2 metros y la utilización de mascarillas adecuadas, bien colocadas y ajustadas.
El problema surge cuando, manteniendo la distancia, pensamos que estamos protegidos y nos retiramos la mascarilla. En esta situación, corremos el riesgo de ser contagiados por las microgotículas.
En espacios cerrados las microgotículas pueden permanecer durante largo tiempo flotando en el aire y por lo tanto ser inhaladas por todos los presentes. En los espacios abiertos pueden ser dispersadas y desplazadas, rápidamente, hacia otros lugares. El humo del tabaco no lleva coronavirus. Es poco probable el contagio a larga distancia.
Le restan importancia al posible contagio tocando superficies contaminadas. Lo cual no minimiza la importancia que continúa teniendo el lavado de manos y el uso de gel hidroalcohólico.
SITUACIONES DE RIESGO
No mantener la distancia de seguridad de 2 metros o no utilizar mascarillas continúan siendo los factores de mayor riesgo.
No mantener la distancia de seguridad porque llevamos puesta la mascarilla nos hace vulnerables al contagio. Lo mismo que no utilizar la mascarilla porque estamos a más de 2 metros de distancia. En estas situaciones podremos contagiarnos a través de los aerosoles.
Utilizar mascarillas ineficaces o no llevarlas colocadas correctamente. Reutilizar demasiadas veces la misma mascarilla la hace ineficaz. La mascarilla debe de quedar bien ajustada a la cara. Por los huecos pueden salir los aerosoles y contagiar.
Quitarnos la mascarilla cuando, en los espacios abiertos (terrazas de bares, restaurantes, etc.) estamos reunidos con personas no convivientes con nosotros. En estas situaciones no se suelen mantener los 2 metros de distancia y podremos ser contagiados por las macrogotículas.
Compartir el camino, cuando paseamos, con corredores o ciclistas que no llevan puesta la mascarilla.
Permanecer en grandes aglomeraciones en las que no se consigue mantener las distancias de seguridad; aunque se lleven puestas las mascarillas.
En los espacios cerrados (bares, restaurantes, oficinas, comercios, transportes, lugar de trabajo, aulas, residencias, etc.) aunque mantengamos la distancia de seguridad, corremos el riesgo de ser contagiados a través de los aerosoles que se dispersarán por todo el ambiente. Cuanto más pequeño es el espacio o más personas estén en él, mayor será el riesgo. Este, se reduce pero no elimina totalmente utilizando la mascarilla.
No respetar la cuarentena obligatoria por ser contagioso o haber tenido un contacto con un portador.
Convivir con personas que tienen alto riesgo de contagio (sanitarios, cuerpos de seguridad, docentes, alumnos, etc.) o que no cumplen con las medidas preventivas recomendadas (irresponsables que reiterada e impunemente incumplen las normas establecidas).
Los contagios por tocar objetos inertes no parecen ser muy frecuentes.
Tan solo el 1% de los contagios se producen por vía ocular.
MEDIDAS PREVENTIVAS RECOMENDADAS EN LA ACTUALIDAD.
Mantener la distancia de seguridad de unos 2 metros.
Utilizar mascarilla eficaz, bien colocada y ajustada; aunque se mantenga la distancia de seguridad.
No reutilizar demasiadas veces la mascarilla.
En espacios abiertos se debe de mantener la distancia de seguridad y utilizar la mascarilla. Cuando estemos sentados en terrazas de bares debemos de guardar la distancia y solo quitarnos la mascarilla para el acto de beber o comer.
No se debe compartir el mismo espacio entre transeúntes, corredores, ciclistas, etc. Si se comparte el camino, todos deben de llevar puesta la mascarilla.
Salir a la calle, cuando sea posible, para mantener reuniones.
Evitar la permanencia durante largo tiempo (15-30 minutos) en espacios cerrados y sin ventilación.
En estos lugares lo mejor es utilizar mascarillas tipo KN95 o FFP2 que son las más eficaces y las que mejor se adaptan a la cara.
Los espacios cerrados (aulas, oficinas, bares, restaurantes, comercios, transportes, etc.) deben de ser ventilados frecuentemente. La ventilación se debe de realizar según las características del habitáculo; bien manteniendo continuamente un poco abiertas las ventanas o procediendo, intermitentemente, a su total apertura durante un corto periodo de tiempo.
Lo mejor es mantener una ventilación continua y suficiente; pero en caso de no ser posible, se deben de colocar aparatos que filtren el aire y lo limpien de virus. Los indicados son los llamados filtros HEPA, que ya se utilizan en los aviones y en las UCIs hospitalarias. Estos aparatos recogen el aire de la habitación, lo pasan por un filtro donde quedan fijados los virus o bacterias y devuelven el aire, ya limpiado, al ambiente. Los hay de diferentes formas, tamaños y precios
Aunque se utilicen los filtros HEPA también debemos de ventilar, si es posible, mantener la distancia de seguridad y llevar puesta la mascarilla.
11-Además de estos filtros pueden o deben colocarse medidores de CO2 que nos informen de los niveles de aire exhalado por las personas que están en la habitación y por lo tanto del riesgo de contagio. Cuanto mayor es el nivel del CO2, más contaminado está el aire y mayor el riesgo de contagiarse.
Huffingtonpost.es
12. Debemos de ser conscientes de que la permanencia en lugares cerrados, aunque mantengamos la distancia de seguridad y llevemos puesta la mascarilla, es una de las situaciones de mayor riesgo de contagio.
13. Como recomendación general, debemos de utilizar, preferiblemente, los espacios abiertos, siempre que sea posible.
14. A pesar de que sea poco frecuente el contagio por contacto con objetos inertes, la desinfección de los mismos, el lavado de manos y uso de gel hidroalcohólico continúa siendo muy recomendable.
15. La utilización de gafas solo resulta recomendable en hospitales.
16. En bares o restaurantes podría ser practico la utilización de unos separadores de metacrilato diseñados por mi gran amigo José Manzanares. Artista polifacético que, actualmente, triunfa en China.
Tengo la impresión de que estamos hablando demasiado y anticipadamente de las vacunas, dejando de insistir en el mantenimiento de las medidas preventivas básicas y no informando de las recomendaciones que, en función de las nuevas vías de contagio descubiertas, debemos de establecer
Ser responsables y cumplidores con todas las normas o recomendaciones establecidas para evitar los contagios deberían de ser las cualidades que todos tendríamos que mantener en estas circunstancias.