Complaciendo algunas solicitudes y dado el interés que ha suscitado el tema, voy a analizar más detenidamente algunas cuestiones relacionadas con la MENOPAUSIA.
ATROFIA VULVOVAGINAL
El estado de la vagina y, en general, de la plataforma urogenital está íntimamente relacionado con los niveles de una de las principales hormonas femeninas: Los estrógenos. De tal manera, que durante el periodo fértil (desde la menarquia hasta la menopausia) en el que los niveles de estrógenos están elevados, las características de esta región son muy diferentes a las existentes durante la infancia y la menopausia, etapas en las que estos niveles son muy bajos. Tres son las características de esta zona que dependen de los estrógenos:
– El grosor de la mucosa vulvovaginal. Durante el periodo fértil de la mujer la pared interna de la vagina es una gruesa capa mucosa, con pliegues y rugosidades, bien inervada y vascularizada, elástica y a la vez eréctil; cualidades que favorecen la satisfacción sexual.
– La cantidad de secreciones. La secreción vaginal procedente del moco cervical y la descamación de las paredes vaginales es abundante y sirve como nutriente de la microbiota autóctona y, especialmente, como lubricante en las relaciones sexuales.
– la composición de la microbiota autóctona vaginal (gérmenes saprofitos que habitan en ella). La microbiota autóctona, sobre todo los Lactobacilos, defienden a la vagina de ser colonizada e infectada por otros gérmenes patógenos.
Existen varias situaciones en las que los niveles estrogénicos están disminuidos, tales como: la infancia, en el postparto, la lactancia o cuando se toman medicamentos antiestrogénicos; pero estos son periodos temporales y reversibles. Es durante LA MENOPAUSIA cuando el déficit estrogénico es permanente y progresivo por lo que adquiere su verdadera importancia. En esta etapa la mucosa vaginal pierde capas y se adelgaza, se transforma en lisa, pierde vascularización, las terminaciones nerviosas están más superficiales y aumenta la sensibilidad, disminuye, casi hasta desaparecer, la secreción vaginal, cambia el pH vaginal (se alcaliniza) lo que provoca una disminución de las defensas y favorece las infecciones.
Figura tomada de la Menoguía: Salud Vaginal. (Asociación Española para el Estudio de la Menopausia)
SINTOMATOLOGIA. Estos cambios conducen a la aparición de síntomas tales como: Sensación de sequedad, irritación, escozor, ardor, picor, disuria (dolor en la micción) polaquiuria (micciones frecuentes) incontinencia urinaria, infecciones urinarias de repetición y, sobre todo: dispareunia (dolor en las relaciones sexuales). Casi el 50% de las mujeres presentan esta sintomatología; pero, lamentablemente, solo una de cada 4 o 5 consultan por ello.
TRATAMIENTO. En primer lugar debéis de tener en cuenta que el tabaco, la obesidad y el ejercicio físico exagerado son factores que favorecen y empeoran la atrofia vaginal, por lo que es conveniente dejar de fumar mantener un peso adecuado y realizar ejercicio físico moderado, no agotador. El mantenimiento de una actividad sexual regular y, en su caso, la masturbación, disminuye la sintomatología, mantiene la elasticidad y la secreción y evita la estenosis vaginal. Para tratar la sintomatología y mejorar la calidad de la actividad sexual es recomendable el seguir la siguiente secuencia:
- Empezar utilizando hidratantes vaginales. Al principio es conveniente mantener la aplicación diaria durante dos semanas para continuar, al menos, 2 veces por semana.
- Si fuese necesario, con los hidratantes o cualquier otro tratamiento, se puede combinar la aplicación, en ambos, durante el coito, de una crema lubricante.
- Si no se produce mejoría o, tras ella, reaparece la sintomatología, debéis de utilizar la aplicación tópica (local) de preparados que en forma de óvulos, cremas o anillo vaginal llevan en su composición hormonas, principalmente estriol, estradiol o promestrieno. Hay que tener paciencia ya que la mejoría puede tardar un cierto tiempo y tener presente que cuando se interrumpe el tratamiento, la sintomatología reaparece.
- Los fitoestrógenos (productos derivados de la soja o el trébol rojo) utilizados para los sofocos, bochornos, etc. Por vía tópica y por su efecto estrógénico, pueden tener un efecto beneficioso sobre la atrofia vaginal.
- En los casos en los que la atrofia vulvovaginal se acompañe de severa sintomatología vasomotora (bochornos, sofocos, calorás, etc.) debemos de contemplar la posibilidad de instaurar Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS).
- Los dilatadores vaginales progresivos pueden ser utilizados en caso de necesidad.
- En los últimos años se está imponiendo la aplicación, en vagina y vulva, del Laser de CO2 fraccionado. Tanto los ginecólogos que lo utilizan como las mujeres que lo reciben hablan de los excelentes resultados que se consiguen. Los principales inconvenientes son: el precio y la necesidad de aplicar dosis de mantenimiento cada 1-2 años.
- Los ejercicios de Kegel, útiles para prevenir el prolapso genital refuerzan la musculatura vaginal y mejoran la dispareunia.
- Algunas de vosotras habréis padecido un cáncer hormonodependiente, principalmente el de mama o endometrio. En estos casos como tratamiento hormonal local podréis utilizar la crema de promestrieno.
- Los lavados vaginales (2 veces al día durante 10 días) con preparados que contengan aceites naturales de tomillo, salvia o árbol del té y las aplicaciones locales (durante 5-10 días, tras la menstruación) de probióticos, después y como complementos de los tratamientos específicos, sirven para prevenir las infecciones vaginales de repetición. No cabe duda de que las relaciones sexuales, en esta etapa, no están condicionadas solo por la atrofia vulvovaginal. Existen otros muchos factores, generales y de pareja que analizaré en otra ocasión.
Dr. Francisco Valdivieso.